El cuerpo como territorio de una obra cotidiana
Vestir y vestirse, la acción común, el acto rutinario y habitual de cubrirse, es para Margarita Sánchez, un develar, la metáfora de la identidad y un “Grito de mujer”, nombre dado a la exposición central que se realiza en el marco del Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble, en El Carmen de Viboral.
Allí se exhiben una serie de fotografías realizadas por Fabián Rendón Morales, Valentín Betancur y Cristina López, algunos objetos alusivos a la actividad desarrollada por Margarita, y por supuesto sus trajes y disfraces, labor que ella realiza desde hace años, estableciendo un vínculo con las telas, un acto poético donde ella va creando un mundo de sueño y utopía, ropas de otras tiempos en los que ella vive en sus momentos de creación.
Sobreponer unas telas en el cuerpo es para ella, hacer un collage de sedas, organdí y satines, componer con un repertorio de encajes, accesorios y bordados. Es el diálogo de los hilos, las agujas y la máquina de coser. En su taller, crea el ambiente para un viaje a la alteridad, su máquina del tiempo con la que juega y alucina. Es el tránsito hacia su inconsciente dionisíaco, la construcción de otras pieles, la potencia de lo femenino, el lenguaje de la seducción, oculto, disfrazado.
La exposición recrea un escenario que se complementa con la complicidad, un grupo de mujeres, amigas y familiares co-creando un universo de taimado encanto, la otredad compartida, nutrida de imaginación y fantasía, el espacio de las pulsiones donde se subvierte la realidad con puntadas de color, retazos de inspiración: la lúdica de ser y de parecer ser. Una disyuntiva compleja que vale la pena conocer.
La exposición que tuvo la curaduría de la artista Cristina López Giraldo va hasta el 10 de agosto en la Sala de Exposiciones del Instituto de Cultura de El Carmen de Viboral.