Por: Oscar Castaño Valencia – Director Oriéntese Tv
El Oriente Antioqueño tiene grandes retos en el futuro que se avecina con el posconflicto y esos retos los tendremos que afrontar de forma colectiva, con un único propósito; el desarrollo integral y equitativo de la Región.
Para ello, tendremos que hacer una evaluación muy consciente y profunda de hechos que como el “fiasco” en que se convirtió el “Encuentro de Dirigentes” y la votación mayoritaria por el NO en el plebiscito.
Preguntarnos como muy a pesar del horror y el dolor que han vivido las comunidades fruto de la guerra en el Territorio, y de los miles y miles de millones de pesos que invierten las empresas de generación; ISA, ISAGEN y EPM, entre otras, en aparatos como Prodepaz para fomentar una nueva ciudadanía en proyectos como la “Red de Pobladores”, el No ganó en veinte dos, de los veintitrés que componen el Oriente Antioqueño, porque es necesario reconocer al Municipio de Alejandría y a su Alcalde Luis Fernando López por habérsela jugado por el SÍ para que en su Municipio no se repita la tragedia que causaron las balas.
Y el fiasco del famoso “Encuentro de Dirigentes del Oriente Antioqueño”, tampoco puede pasar desapercibido, sencillamente porque en términos reales le restó interlocución y oportunidades a la Región y a sus comunidades.
Le resto interlocución al Territorio porque ningún miembro, ni siquiera de cuarta categoría, del Gobierno Nacional estuvo presente y por lo tanto, decisiones fundamentales para el desarrollo regional no se dieron.
Pero además, las oportunidades de inversión en la etapa del posconflicto que deberían ser una salida muy importante al atraso en el desarrollo, fruto de la guerra, que vivieron muchos municipios, no pudieron ser discutidas o presentadas porque el escenario fue construido para tratar de lanzar un Alcalde, el de Rionegro, que es del Centro Democrático, Andrés Julián Rendón, como el líder regional que no es y a un Ex Presidente, el hoy Senador Álvaro Uribe Vélez, como el vocero natural de todo el Territorio, que tampoco lo es.
Esos dos hechos ya generaron cambios, como la salida del Pbro. Miguel Ángel Salazar de la Dirección de Prodepaz, con la la decisión del señor Obispo de enviarlo a una parroquia de Sonsón.
Temas tan importantes como la vía Sonsón – La Dorada, que sería fundamental en el desarrollo de una zona deprimida por el conflicto. Una adición presupuestal para terminar la vía Granada – San Carlos, a la que le quedarán faltando catorce kilómetros por pavimentar. Una inversión nacional al Eje Vial de los Embalses, entre otros temas fundamentales en el Oriente Antioqueño, se quedaron en veremos para una próxima oportunidad porque el Encuentro que debería haber sido la plataforma para plantearlos fue malogrado y se convirtió en una frustración más para el Territorio.
Un reto prioritario para este año que comienza debería ser, sin ninguna duda, recobrar el liderazgo que la Región ha tenido en el país, logrando voluntades políticas para que el desarrollo del Territorio sea una realidad. Desde Cornare se podría empezar ese trabajo, dado que ha propiciado hechos políticos muy importantes, como el Encuentro de Banco2, en El Carmen de Viboral, con la presencia de todos los actores sociales del Territorio, del Departamento y de la Nación.
Para ello, es necesario deponer los intereses personales, grupales o de partido para hablar a una sola voz por las transformaciones sociales, y el desarrollo de infraestructura, que requieren las comunidades de cada uno de los veintitrés municipios del Oriente Antioqueño.
También es necesario empezar a mirar, y con lupa, el quehacer de los políticos de la Región y su compromiso real, no de discurso cuando están cerca las elecciones, para coadyuvar con los proyectos que permitan una mejor calidad de vida a las gentes y a los municipios.
Rehacer la interlocución con el Gobierno Nacional no va ser fácil, pero es necesario y fundamental, porque quiérase o no, es un actor esencial y un socio imprescindible para el desarrollo territorial. Entre más rápido lo hagamos, más cercanos estará la posibilidad de participar en las transformaciones que el posconflicto va a brindar a las regiones que sufrieron la guerra.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de DMB comunicaciones y su Periódico El Oriente.