Rock al Río, donde la música transforma al Oriente

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“Cae la noche. Rionegro. La luz pega en mis ojos y me dejo ir.  Los sonidos cada vez son más fuertes y mi mirada se pierde entre la euforia del momento. Cierro los ojos y sé que existo. La multitud grita“¡Torpe! Quién crees que eres para criticar”. Claro, NADIE está en tarima y nos dejamos llevar.

Comienzan a empujarme desde atrás, así que volteo a mirar quién es, pero no es alguien, específicamente. Un grupo grande de personas abre un espacio en forma de círculo y cuando la canción acelera su ritmo, todos salen corriendo y se empujan entre sí. Sin embargo, esas cosas me asustan; por eso, solo regreso a mi posición anterior, empuño mi mano y la alzo mientras coreo la misma canción. Se siente raro que todos nos unamos cantando, me sorprende que conozcan la banda y que saltemos tanto.

Me encontré con varios amigos, nos abrazamos y gritamos hasta quedarnos sin voz. Brindamos con politas y tarde en la noche llegué a mi casa un poco pasado de copas; pero contento, al fin y al cabo.”

Andrés Cardona, 2008, Primera experiencia en Rock al Río.

El Festival Internacional Rock al Río es un espacio que ha tomado fuerza durante 13 años en el municipio de Rionegro. Desde entonces, la participación de numerosas bandas y artistas con diferentes géneros ha dejado claro al Oriente su fin más grande: DIVERSIDAD.

Este evento comenzó como una idea del profesor Weimar Ríos y otros referentes de la música Rock en Rionegro, en el año 2005. Al principio, no era un festival, como ahora, que se celebra durante dos días en el mes de diciembre. En aquel entonces, era un concierto que se realizaba cada año, donde la entrada era llevar productos de grano que luego se donaban a comunidades del Oriente más afectadas. Sin embargo, con la idea de hacerlo más grande, en el 2008, se consolidó como el Primer Festival Internacional Rock al Río.  “Decíamos que éramos el festival de Rock más grande del Oriente; Pero lo dijimos como una pretensión, y hoy es una realidad”, afirma Diego Macía Tabares, uno de los organizadores del evento y director de la edición de 2018.

Su primera edición, aunque difícil de hacerla posible por la falta de dinero, se realizó gracias a la motivación e ilusión que tenía cada uno en la mesa de trabajo, la cual está conformada por más de 24 entidades. Fue entonces como se presentaron Fidel Nadal, De Bruces a Mí y NADIE, entre bandas reconocidas, en la tarima de Rock al Río—íconos en aquel año–con la presencia de más de 8000 personas, suceso que no se esperaba, pues se estimaba solamente 3000 personas en el espacio que, de hecho, se realizó cerca de Autolarte, al lado del Río. Desde entonces hay más apoyo por parte de la Administración.

A partir de allí, han sido 250 bandas, aproximadamente, que han pisado la tarima, sin contar aquellas que se presentan en la convocatoria para ser parte del Festival cada año.

Además, es de resaltar las ganancias que genera cada año, puesto que el número de asistentes va aumentando, así como va aumentando el consumo de alimentos y la estadía en casi todos los hoteles del Municipio ocupados por las bandas y personas que viajan para disfrutar del evento.

 

“Diversidad y Tolerancia”

 “Parce, es muy loco uno todo punkero estar por ahí con una bolsita dizque de mercado, o lleno de papel o con juguetes para niños; pero de alguna manera es brutal también. Saber que de esa forma estoy ayudando a personas gracias a la música…

Rock al Río promovió, además, el movimiento skate. De hecho, gracias al Festival, constan de un Skate Park para todos aquellos que deseen montar patineta o tabla. Este fue hecho, precisamente, en el lugar donde últimamente se ejecuta el evento. FOTO CORTESÍA

Yo me mantengo por ahí vendiendo manillitas en cada municipio del Oriente, me mantengo en la calle y acepto que tengo una vida medio rara, pero no le hago daño a nadie. Yo creo que eso es lo más importante. Mucha gente no ve eso, así como lo de Rock al Río, la gente cree que uno es un vándalo o hasta un satánico y no es así. A veces hasta hacemos más por el hecho de unirnos y brindarle algo a los necesitados, cosas que no todos hacen.

Uno se da cuenta que la música transforma, y la gente dirá que el Punk, por ejemplo, es solo ruido y que somos personas ‘miedosa’ por el aspecto que tenemos físicamente, pero nuestras canciones y nuestras vestimentas son revolución, algo que no todo el mundo es capaz de fomentar. Parce, simplemente, Rock al Río tiene la capacidad de unir, y como dicen por ahí, la unión hace la fuerza, jaja” – Punkero anónimo del municipio de Rionegro.

 

Desde que Rock al Río tomó fuerza en el Oriente, se ha convertido en un espacio de transformación. Comenzando por la recolección de elementos que es la entrada al evento, como alimentos no perecederos, kid escolares o reciclaje. Pues ha sido curioso para la sociedad ver cómo muchas personas se unen en pro de una causa.

Por otra parte, el Festival no se realiza dependiendo los géneros, sino que en los dos días se combinan diferentes géneros (Rock, Metal, Punk, Rap…) “En aquellos comienzos de Rock al Río había una problemática social muy grande en Rionegro. Un punkero no se podía ver en la calle con un Metalero, se agarraban a golpes. Fue una de las ideas mías entonces unir todos los géneros. Es que todos nos tenemos que escuchar.” Argumenta Diego Macía.

Por su parte, Jerónimo Mejía, miembro de la organización, afirma que lo más grande es que aún se realice y que siga siendo un proyecto comunitario en el que se fomenta la paz.

Según la iniciativa para el evento, surgió el eslogan “Diversidad y Tolerancia”, haciendo énfasis en que cada artista tiene algo que decir a la sociedad. Fue entonces cómo la música comenzó a unir a todos los jóvenes estando en convivencia en un mismo espacio.

Rock al Río ha generado diferentes dinámicas culturales en la Región y les ha dado la oportunidad a las bandas locales de mostrar sus talentos y poder ser reconocidas. Esto ha ayudado a abrir espacios para los jóvenes que desean salir adelante con los sueños que tengan. De hecho, en el momento de escoger las bandas, se les da una prioridad a las que son del Municipio o cercanas a él.

Además de generar impacto dentro de la sociedad Rock, dio trascendencia en los rionegreros, pues era un evento criticado, que fue catalogado como “satánico”. Se produjo mucha controversia en los lugares que se realizaba. Sin embargo, con la idea de mostrarse como comunidad y decir “aquí estamos”, siempre se ha hecho en lugares muy visibles, desde lugares cercanos a Autolarte, hasta en el parqueadero del estadio Alberto Grisales. Lugares que son muy transitados, generalmente. Esto ha transformado el pensamiento de los rionegreros, dejando claro que también tienen voz, que están en la sociedad y que no son los “malos”, como a veces son llamados.

Por otro lado, cabe resaltar que el Festival siempre deja conciencia política; de hecho, Diego afirma que el arte siempre tiene algo por decir y siempre dinamiza esos símbolos. El hecho de usar una camisa con un dibujo o un significado específico, ya se está diciendo mucho en el espacio, y eso precisamente, es lo que genera Rock al Río.

A partir de todo esto, Rock al Río ha dado un impacto positivo a la comunidad y se hace énfasis en Beethoven, quien afirmaba que “la música es una revelación más alta que la ciencia o la filosofía”

La nueva edición Rock

Según Andrey Palacio, Subsecretario de Educación de Rionegro, en cada edición la Alcaldía se ha convertido en el apoyo principal para este festival, al lado de colectivos que han trabajado por más de 12 años en este, y que lo consideran como el evento cultural más importante del Municipio en términos de impacto y constancia. Este año, no es la excepción.

Para la realización del Festival, se hace una convocatoria, este año se presentaron 138 bandas, donde, primeramente, se escogieron 98, las cuales tienen el derecho a tocar 3 canciones. Aquí deben demostrar su puesta en escena, su diversidad en canciones y cómo se desenvuelven durante el tiempo que se les asigna; cabe resaltar que deben tener, por lo menos, un disco grabado y deben asistir a los conversatorios que se van realizando antes del evento, eso les daría más posibilidad de quedar entre las bandas seleccionadas. Los jurados, que son expertos en música, se toman la tarea de evaluarlos para, finalmente, elegir solamente 16 bandas que tendrán la oportunidad de presentarse en la tarima de Rock al Río.

Las fechas estipuladas para tal evento son 1 y 2 de diciembre. Entre las bandas de mayor impacto, se presentarán Reincidentes (banda Punk), Bajo Tierra (Rock en español), Spasm (Grind Core), Alcolirykoz (Hip-Hop); entre otras bandas que harán de este festival, diverso, como siempre lo ha sido.

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