Con el apoyo de más de 100 voluntarios, los habitantes de la vereda Santa Rita en San Carlos cuentan ya con un centro comunitario, diez fincas cafeteras recuperadas, una huerta, un parque infantil y una biblioteca.
San Carlos, se convirtió, después de Chaparral, Tolima y Quibdó, Chocó, en el tercer municipio que, con la iniciativa de la fundación ANDI, recibió el acompañamiento de voluntarios del sector privado quienes con obras y actividades sociales se hicieron presentes para apoyar el proceso de retorno que adelanta la comunidad, una de las más afectadas por el conflicto armado.
El jueves 27 de abril, llegaron, hasta este territorio del Oriente antioqueño, 100 voluntarios de las más importantes empresas del sector privado con el propósito de apoyar a los habitantes de la vereda Santa Rita en su proceso de recuperación de sus fincas cafeteras.
“Lo que ha diferenciado a santa Rita, es que es una comunidad que ha tenido que dejar todo atrás en algún momento, por el conflicto armado, y ha retornado a pesar de las dificultades. Para hacer ese retorno lo que necesitamos los colombianos es entender, reconciliarnos y aprender a trabajar”, expresó Alexandra Posada, directora estratégica, Vamos Colombia.
Para Juan Manuel Rodríguez de Pavco, su aporte a la comunidad de Santa Rita se centró en dejarles una huerta comunitaria con invernadero, y producción de materia orgánica a aquellos niños que obligados por el conflicto en esta zona tuvieron que salir a vivir a las ciudades y hoy son jóvenes ya urbanizados, “con ‘Vamos Antioquia’ les construimos una huerta muy cerca de la escuela para que estos jóvenes sancarlitanos, que están retornando, mantengan vivo su amor por el cultivo, le sigan dando sentido y valor a la producción de la tierra y se sientan orgullosos de su esencia campesina”.
Las obras que estos funcionarios realizaron para la reconciliación y construcción de tejido social, se vieron materializadas en un centro comunitario, la recuperación de 10 fincas cafeteras, la entrega de un parque, una huerta y una biblioteca para los niños de las familias que ya han retornado a Santa Rita, después de muchos años.
“No tenemos palabras para agradecerles lo que han hecho por nosotros en estos cuatro días trabajando como una familia, hemos aprendido mucho de ustedes. Gracias por habernos permitido recibirlos en esta humilde vereda y habernos entregado su trabajo pero sobre todo su corazón. Santa Rita tiene ahora más razones para continuar el retorno”, aseguró Nancy Giraldo, líder comunitaria.
Transcurridos los cuatro días de la intervención, el voluntariado regresa a sus lugares de origen con la tranquilidad y la satisfacción de haberlo dado todo por los habitantes de esta comunidad, que bajo el liderazgo de las mujeres, le apuestan al retorno como una oportunidad para recuperar lo perdido y volver a empezar.
