Dicen los más viejos que apunta de convite y mingas se construyeron escuelas rurales, se trocharon y abrieron caminos, se construyeron capillas, se mejoraron viviendas y se entrelazaba el tejido social de las comunidades. Dicen también que en esos convites se hacía un buen sancocho con revuelto fresco y cosechado en cada localidad, que se hacían empanadas y mazamorra, que se escuchaba música en un radio, que se echaban buenos chistes e historias y que uno terminaba la labor agotado de voliar lengua y voliar azadón, que también terminaban con la camisa empapada de sudor, pero felices y satisfechos por la labor cumplida.
El panorama de hoy es bastante desalentador, pues esta costumbre y actividad se ha perdido. La red de apoyo que existía hace unos años hoy ha cesado, ese sentido colectivo se ha dejado a un lado y es poco lo que se conserva de aquella tradición.
Ahora las comunidades ni entre ellos se conocen, ya no lorean como antes, no comparten ni se agrupan por causas comunes. Por eso la estrategia del alcalde del “Balcón verde de Antioquia” municipio de Nariño, resulta novedosa si de fomentar la participación de las comunidades se trata.
Él, en compañía de su equipo se trabajo se planteó poder recuperar e incentivar el trabajo comunitario en las veredas a través de la rifa mensual
de una ternera.
Hasta el momento ha rifado 16 terneras y espera que en los 4 años de periodo pueda cumplirle a las 48 veredas que tiene el municipio. En las reuniones mensuales de Asocomunal se rifa el nombre de la vereda y luego cada Junta pasa el listado de los socios y en la emisora del municipio se hace el sorteo, los benefi ciarios consideran que se convierte en un estímulo para su labor y que además incentivan a que las comunidades vuelvan a enfocarse en el trabajo colectivo.
En un pueblo como Nariño que es de sexta categoría, que el presupuesto anual se queda corto para la inversión, el trabajo en grupo se convierte en un apoyo para el desarrollo del municipio. Los convites tienen esa intención de convidar a hacer algo para un bien común, de favorecer las relaciones interpersonales, de crear lazos de confianza, -Recuerdo que en otrora los sacerdotes anunciaban los convites en las misas de los domingos porque era como la fiesta de la vereda, el lugar de encuentro de familias, señores, señoras y jóvenes. Incluso a los convites se le agradece la construcción de la vía Sonsón – Nariño que fue a punta de pico y pala, y fueron precisamente los viejos quienes con esmero y esfuerzo trocharon
