Producir una arroba de café (12,5 kilos) cuesta el equivalente a 22 dólares, pero en los centros de acopio la pagan a 21 dólares en promedio, mientras que el sector lidera las exportaciones, tras el petróleo y la minería, y da sustento a 540.000 familias.
El paisaje cafetero colombiano fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2011, pero cada vez hay menos cultivos. Ante el impacto social que generan los bajos precios, el gobierno anunció ayudas por 80 millones de dólares.
Antes de caer en números rojos, algunos productores decidieron abrir las puertas de su finca al turismo aun cuando Colombia es el tercer productor mundial del grano -después de Brasil y Vietnam- y el primero en café suave, de mayor calidad.
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