Desarrollo territorial, clave en los planes de reparación colectiva: Alan Jara en San Carlos

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El director de la Unidad para las Víctimas, Alan Jara, recordó durante la sesión de la Mesa Nacional de Participación de Víctimas que los planes de reparación colectiva deben darse junto con un desarrollo social y económico que tenga en cuenta el enfoque territorial y en el que participen las diferentes entidades del Estado.

Tras su visita al municipio antioqueño de San Carlos (Antioquia), el director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Alan Jara, reconoce los retos venideros que debe liderar: la construcción de la paz con desarrollo territorial en regiones afectadas por el conflicto como Antioquia, y mayor participación de las víctimas en la implementación de los acuerdos que hagan posible una paz sostenible y su reparación integral.

El alto funcionario intervino en la segunda jornada de la Séptima Plenaria de la Mesa Nacional de Participación de Víctimas, en la que compartió con cerca de 100 representantes de las mesas nacional, de Antioquia y municipal su visión de la necesidad de “cerrar la fábrica de víctimas que significa el conflicto armado”, para avanzar en el resarcimiento de los derechos de la población víctima de cara a una eventual  etapa de posconflicto.

Jara también recibió la Medalla a la Paz otorgada por la Alcaldía de San Carlos en reconocimiento a su trabajo en los cargos públicos ocupados a favor de la reparación a la población victimizada, tanto como director de la Unidad para la Reparación a Víctimas como gobernador del Meta.

Luego de escuchar casos particulares de víctimas y la solicitud de alcaldes del Oriente antioqueño de apoyar proyectos económicos, de vivienda y construcción de vías, Jara reiteró que “sin duda es importante impulsar la reparación individual para ayudar a las personas a  superar condiciones de vulnerabilidad, y al mismo tiempo, la reparación colectiva con dos enfoques: el primero, de reconstrucción del tejido social y acciones como la memoria histórica, y otro enfocado al desarrollo social y económico con enfoque territorial”.

Para lograrlo, explicó el director de la Unidad para la Reparación a las Víctimas, “es fundamental no solo la entidad sino la articulación de las 53 instituciones del Estado que hacen parte del Sistema Nacional de Reparación a Víctimas, para responder a esas necesidades de vivienda, proyectos productivos, construcción de vías terciarias, acueductos, la empleabilidad y generación de ingresos”.

Durante el encuentro, Jara conoció los logros de la incidencia de la Mesa Departamental de Víctimas de Antioquia que expuso su coordinador, Víctor Hugo Hernández, quien destacó la labor de la dirección territorial de la Unidad para las Víctimas en el departamento, con el acompañamiento a las 124 mesas municipales en Antioquia. Además, aseguró que “la Mesa Departamental ha hecho un trabajo serio y logramos que más de 130 propuestas surgidas de las nueve subregiones quedaran incluidas en las líneas estratégicas del Plan de Desarrollo Departamental. Hemos avanzado, pero se requiere más articulación y respaldo de los entes territoriales”.

Apoyo a la participación de las víctimas

El papel de las víctimas en la construcción de la política pública de reparación fue un tema central de la jornada. Los delegados de la Mesa Nacional mostraron su voluntad de tener mayor incidencia política, visibilidad y participación en la implementación de los acuerdos de paz con la guerrilla, en lo que corresponde a sus derechos a la reparación y la verdad.

En respuesta, Alan Jara reconoció que por su condición de víctima del conflicto entiende “la importancia de la participación de las víctimas en la construcción de la paz”, por lo que tendrá en cuenta sus propuestas, “que permiten al Gobierno conocer su visión frente a la pedagogía de paz que debe hacerse sobre los acuerdos del proceso de paz y los  mecanismos de participación desde los territorios”.

Al finalizar su intervención, destacó la necesidad de respaldar la salida negociada al conflicto armado que se busca con las negociaciones con las guerrillas. “Colombia tiene que darse la oportunidad de la paz porque ya conoció los horrores de la guerra”.

San Carlos, ejemplo para superar el conflicto

El municipio de San Carlos, en el Oriente antiqueño, acogió el encuentro de la Mesa Nacional de Víctimas por los esfuerzos de su población para superar las secuelas del conflicto armado.

Esta localidad sufrió como pocas la tragedia humanitaria del conflicto armado. Solo entre 1988 y 2010 fue escenario de 33 masacres por parte de la guerrilla y las autodefensas, que dejaron 219 personas muertas, según el Centro Nacional de Memoria Histórica. Los homicidios selectivos, las desapariciones, los secuestros, la violencia sexual y hasta las “pescas milagrosas” en las carreteras causaron el desplazamiento forzado de cerca de 20 mil habitantes, más de la mitad de su población. A eso se suma el uso indiscriminado de las minas antipersonal que, además de 119 víctimas civiles y 127 militares, provocaron el abandono de muchas veredas y dejaron improductivos los campos.

Sin embargo, la localidad es un ejemplo a nivel nacional para la superación del conflicto. Más de 15.000 han retornado por su cuenta motivados por la seguridad que recuperó la región y también por el apoyo de programas como Familias en su Tierra y el plan de retorno apoyado por la Unidad para la Reparación a las Víctimas y la alcaldía de Medellín. Luego de un proceso de desminado humanitario gestado por sus propios habitantes, en 2012 San Carlos fue certificado  como el primer municipio libre de sospecha de minas antipersonal en Colombia. Fueron 713 artefactos explosivos desenterrados y cerca de un millón de metros cuadrados barridos y descontaminados en 56 veredas.

La reconstrucción de la infraestructura y tejido social dañado durante el conflicto avanza impulsado por plan de reparación colectiva del municipio de San Carlos, uno de los 11 en implementación en Antioquia. Gracias a esta iniciativa liderada por la Unidad para las Víctimas, se ha avanzado en la adecuación de escuelas veredales, reconstrucción de puentes e infraestructura dañada por el conflicto, casetas comunales y proyectos de memoria histórica para dignificar a las víctimas.

Este año inició la construcción de la llamada Vía de la Reconciliación, una carretera de 24 kilómetros que unirá a los municipios antioqueños de San Carlos y Granada para acercar a sus habitantes y dinamizar la economía de la zona. Fue el proyecto más importante priorizado por la propia comunidad en el plan de reparación colectiva acordado con la Unidad.

La vía es llamada así porque fue una obra esperada por 40 años. Los habitantes que vivían a lo largo de este camino se desplazaron todos por el conflicto debido a los homicidios, desapariciones forzadas, secuestros y quedo abandonada. Con esta vía no solo se mejora la comunicación, sino el sostenimiento económico para las miles de familias que han retornado.

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