El 6 de abril del 2017, EPM y Cornare brindaron un espacio para que los medios de comunicación interesados en el tema, conocieran de primera mano todo lo relacionado con el color que presenta el embalse Peñol-Guatapé en algunas zonas específicas, donde las algas presentes en sus aguas han tomado un color verde poco común en el paisaje de esta zona, lo que significa la presencia de cianobacterias en un 19% de la represa.
Estos organismos se encuentran normalmente en el agua, pero cuando forman densas poblaciones representan un riesgo para la salud de las personas y los animales, debido a que algunos de ellos producen toxinas.
“La actual cantidad de algas en el embalse Peñol-Guatapé se presenta por varios factores, entre ellos la carga contaminante que viene desde la cuenca, con altas concentraciones de nitrógeno y fosforo que son los principales nutrientes de estas algas. Otras actividades como la ganadería, la agricultura, la descarga de aguas residuales domésticas y no domésticas hace que las concentraciones de nutrientes sean mayores, esto permite que los microorganismos estén en condiciones favorables para su reproducción y colonización en las aguas del embalse Peñol-Guatapé”, explicó Tatiana Castro Cardona, funcionaria profesional ambiental y social de EPM.
EPM puso en conocimiento de esta situación a las autoridades ambientales, municipales y nacionales, tales como el Ministerio de Salud y Protección Social, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Secretaría Seccional de Salud de Antioquia, Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Cornare, a las administraciones municipales de El Peñol y Guatapé, y a las comunidades, con el fin de articular acciones para la prevención y mitigación en el corto y mediano plazo.
El alcalde de Guatapé, Hernán Darío Urrea, destacó que a la fecha no se ha tenido ningún caso de afectación de personas que hayan venido a recorrer el embalse, “en el momento no tenemos ninguna evidencia que se tenga un riesgo por la presencia de estas algas, pero de todas formas vamos a estar informando los avances de las investigaciones que se desarrollen”, manifestó.
En el evento se dejó muy claro que las algas están presentes en todos los cuerpos de agua del mundo, en diferentes concentraciones, dependiendo de las características de la cuenca y de las actividades que en ella se realizan, además, aclararon que en la represa Peñol-Guatapé esta coloración estaba presente desde hace mucho tiempo, y hasta ahora no ha sido perjudicial para ningún ser vivo.
La situación actual del embalse se debe principalmente a la contaminación que hay en las cuencas del río Nare y en la quebrada La Hondita, que reciben descargas de aguas residuales domésticas y no domésticas que llegan a la represa, así como la intensificación de cultivos que demandan el uso de fertilizantes y plaguicidas, el cambio en el uso del suelo, el manejo inadecuado de residuos y rellenos sanitarios. Estas cianobacterias se han incrementado en el agua del embalse Peñol-Guatapé, con el último fenómeno del niño que generó una fuerte sequía y propició su propagación.
El municipio de Guatapé ha venido trabajando en el tema del saneamiento básico. El campo está en un 99% saneado; hay una planta que ha sido reportada en el último año y se espera que tenga también un buen funcionamiento para que se empiecen a ver los resultados, pues gran parte de problemática son los nutrientes que llegan a estas aguas para que las algas se alimenten.
Por otro lado, con la presencia de la Universidad de Antioquia, la Universidad Católica de Oriente y de expertos nacionales e internacionales en el tema, la organización ha profundizado en el conocimiento de las causas y alternativas técnicas y científicas viables para el manejo de esta problemática en sus embalses y mantiene un programa de muestreos y seguimiento periódico a las concentraciones de algas presentes en el embalse. Además, ha desplegado una estrategia de comunicación que incluye la distribución de volantes, señalización preventiva en el embalse, programas radiales y reuniones informativas con los habitantes de la región y usuarios del embalse.
Teniendo en cuenta que Colombia no posee normatividad relacionada con este aspecto, la empresa adoptó los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual, dependiendo del nivel de concentración de cianobacterias en el agua, establece una serie de recomendaciones que se han venido implementando.
¿Cómo puedes identificar el riesgo?
Pueden presentarse tres niveles de riesgo en general:
1- La superficie del agua tiene apariencia de “maleza o hierba dispersa” debido a pequeños cúmulos verdosos. En este estado hay una baja densidad de cianobacterias y es importante tomar un baño con agua limpia en caso de tener algún contacto.
2- En el agua de la orilla se observa una masa verde brillante similar a una “mancha de pintura”. Esto indica que hay muchas cianobacterias y el riesgo es alto al entrar en contacto con el agua. Por lo tanto, se recomienda buscar sectores con agua más limpia.
3- Cuando se observa una masa espesa azulada, verde oscuro, marrón o de coloración negra: esto indica que hay presencia de cianobacterias vivas y muertas y por tanto de toxinas. En este caso no se debe tocar el agua ni nada allí.
Posibles riesgos por contacto con aguas de coloración verde
Existen algunos riesgos que se producen si se consume o se tiene algún contacto con el agua del embalse de las zonas de coloración verde. Estas aguas pueden ocasionar diarrea, náuseas o vómitos. El contacto con la piel puede generar alergias, inflamaciones, erupciones, lesiones en las mucosas o conjuntivitis; además, si se inhala por la aspersión de un motor de una lancha, puede producir tos o catarro.
En las zonas del embalse donde el agua presenta coloración verde o azulosa, se recomienda evitar tocar o usar el agua, nadar, realizar deportes náuticos o actividades de pesca.
Es importante aclarar que la presencia de algas en las aguas de la represa Peñol-Guatapé, solo se viene presentando en un 19% del embalse, en un sector que cuenta con la señalización suficiente para que habitantes y turistas tomen las medidas de precaución necesarias. Su origen no tiene ninguna relación con las operaciones que realiza EPM para la generación de energía en la Central Hidroeléctrica Guatapé.
Finalmente, como resultado de esta interacción se definió mantener los actuales sistemas fitodepuradores con buchón de agua y ampliarlos a otros sectores del embalse de manera controlada, porque esta planta genera competencia con las algas, ya que se alimentan de lo mismo. Sin embargo, esta no es la solución definitiva al problema, ya que el buchón es una planta altamente invasora que requiere un manejo especial. Con el trabajo del comité técnico se espera implementar estrategias en el corto y mediano plazo. EPM reitera el llamado a las instituciones y autoridades para que, en el marco de sus competencias, lideren acciones que contribuyan a mitigar esta problemática.