SER MADRE EN EL SIGLO XXI

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Pilar Rave Gómez

Mamá, Socióloga, Magíster en Estudios Políticos

 

A lo largo de la historia el reconocimiento de la mujer ha sido mínimo, comparado con el sexo masculino. En la antigüedad las mujeres fueron las encargadas de los procesos agrícolas y todo aquello relacionado con el cuidado de la “Madre Tierra”. En las guerras siempre su papel se limitó al trabajo en los procesos de utilería, enfermería y protección de la vida, por esta razón las primeras carreras universitarias en las que las féminas asistieron fueron las relacionadas con las Artes, la enfermería y la educación, en este último caso siempre se ha relacionado el papel femenino con el aprendizaje, al dar el apelativo a la escuela como el segundo hogar y por ello son las maestra quien se convierte en otra madre para los niños.

Cada  mes de mayo, de acuerdo a nuestra cultura se conmemoran varios hechos importantes entre ellos el día de la madre, de acuerdo a la historia en la antigua Grecia se rendía honor a Rea madre de Zeus, donde se veneraba a esta diosa con diferentes ofrendas. De igual manera para el catolicismo este mes se hace un honor a la Virgen María, madre de Jesús, por ello en toda América el segundo domingo de mayo se rinde un homenaje a todas aquellas mujeres dadoras de vida.

El papel de la madre durante los últimos cuarenta años se transformado notoriamente, ya que actualmente la maternidad es una elección de la mujer al igual que el matrimonio y día a día son más las mujeres que optan por un desarrollo como profesiones y no como madres, una opción bastante respetable. Si miramos la composición familiar en la década de los años sesenta del siglo XX cada mujer tenía un promedio de 7,04 hijos, esto cambia con el uso de diferentes métodos de planificación y la revolución femenina que data de esta época. Actualmente de acuerdo al DANE la tasa de maternidad por cada mujer colombiana es de 2,3 hijos y se habla que para el año 2030 reduzca a 1,7 hijos por mujer, todo esto muestra un amplio cambio en el panorama con relación a la maternidad.

Pasando de las cifras a la realidad de la madre del siglo XXI, hoy son menos las mujeres que permanecen al cuidado de sus hijos,  los roles se dividen entre el trabajo, el estudio, las labores domésticas, el cuidado de los pequeños y entre ser esposas o compañeras. Una labor bastante maratónica que implica descansar poco. Para muchas madres en la actualidad es necesario dejar a sus hijos  en hogares infantiles, escuelas y a cargo de cuidadores o para las más afortunadas con sus abuelos, esto implica que sea necesario para  la madre  dedicar tiempo de calidad mas que cantidad.

Una de las situaciones preocupantes en la actualidad es el temor de muchas empresas al contratar mujeres, debido a que en algunos aspectos son consideradas como “poco competentes” y por ello en algunos casos sus salarios son inferiores comparado con las mujeres sin hijos.  La reflexión desde el ámbito personal y en especial al haber sido madre justo al terminar mi pregrado, demuestra que es posible continuar luchando por los sueños individuales y a la vez ser competente frente al ámbito laboral, las limitaciones se encuentran ligadas a los comentarios de parte de una sociedad relegada que aun ve la maternidad como el fin de la vida de una mujer, antes es en esta etapa donde el deseo por construir un mejor mundo para las nuevas generaciones crece y no debe detenerse, no hay nada más satisfactorio al escuchar de parte de los hijos “mami me siento orgulloso de ti”.

En las madres de hoy está la real transformación de la sociedad, siempre seremos el ejemplo a seguir, una guía, la dadora de amor, la que muchas noches pasa en vela cuando hay una enfermedad, somos las encargadas de enseñar a nuestros hijos a crear perspectiva, pero es importante jamás dejar de creer en nosotras mismas.

Y aunque culturalmente mayo es el mes que honra a quienes hemos sido dadoras de vida, nuestra labor está vigente durante todos los días de los años y la única escuela donde se aprende a entender a aquella mujer que de niños nos ayudó a caminar, a darnos de comer o a regañarnos por una travesura, se obtiene cuando se ocupa este rol, algo que puedo definir como el mejor título que he recibido en mi vida, cuando mi pequeña me llama “mamá”.MARI

En MONARCAS, mujeres que sienten sociedad consciente, entre nuestras integrantes tenemos varias mamás quienes a pesar de sus múltiples compromisos son conscientes de su responsabilidad que tienen como ciudadanas pobladoras de un territorio y están dispuestas en ésta red de mujeres a pensar, construir, aportar, debatir desde la experiencia y sentir de cada una.

 

 

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