La más reciente edición del Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia, que publicada cada el año el Instituto Humboldt, incluyó un informe que señala las principales zonas de Colombia por donde entran especies foráneas.
Según las investigadoras María Baptiste, Lina García, Susana Rodríguez y Diego Córdoba, hay seis maneras de introducir una especie al país: la liberación intencional en la naturaleza, el escape eventual o accidental, los contaminantes y los polizones asociados a un producto básico que se transporta de un punto a otro, el corredor (facilitada por la construcción de infraestructura que interconecta áreas previamente aisladas), y la forma no intencional o autónoma, es decir que llegaron por sus propios medios sin asistencia humana.
Se estima que en el país hay 308 especies de fauna exótica, es decir, animales que no se encuentran naturalmente en Colombia, pero que las autoridades ambientales y la Policía han registrado en el país.
Los anfibios, reptiles, aves, mamíferos y peces exóticos se han dispersado en el país principalmente por un escape accidental. Por lo general, estos individuos han sido criados en cautiverio en zoológicos, acuarios, instalaciones de acuicultura y programas de investigación o reproducción animal fuera de su hábitat original. Otra forma importante de entrada y propagación es por medio de la liberación intencional en ambientes naturales.
“Para los vertebrados terrestres se han registrado 147 casos de introducción y/o dispersión por vía de escape accidental, 19 por liberación intencional en la naturaleza, 10 han logrado ingresar o dispersarse en el país como contaminantes asociados a productos básicos importados, 23 como polizones en diferentes medios de transporte y 4 de forma autónoma”, dice el estudio.
En el caso de los vertebrados acuáticos, la revisión de literatura da cuenta de que 46 casos fueron registrados por escape accidental, 49 por liberación intencional en la naturaleza y uno de forma no asistida. En cuanto a los invertebrados, se reportaron 12 casos por escape accidental, 8 por liberaciones intencionales en la naturaleza, 45 como contaminantes asociados a productos básicos importados, 24 como polizones en medios de transporte, 8 de forma no asistida y uno a través de corredor por infraestructura facilitada para la interconexión de áreas.
El problema, según deja ver la investigación, no es conocer cuantas nuevas especies están en el país sino dónde están. No se tiene información geográfica sobre el 69% de ellas, lo que impide que se conozca su relación con las actividades económicas.
A pesar de no tener información sobre la distribución geográfica de las especies exóticas, si hay algunas conclusiones que pueden hacerse. Por un lado, se sabe que las zonas que son despensa agrícola, como el centro y norte del país, albergan la mayoría de las especies exóticas terrestres- Hacia el sur, prevalecen los peces y otros vertebrados acuáticos.
La cantidad de carreteras, en especial hacia el centro y norte del territorio nacional, resultan ser un mecanismo considerable en el desplazamiento de especies foráneas de vertebrados acuáticos y terrestres.
Casanare, Meta, Cundinamarca, Tolima, Valle del Cauca, Caldas, Risaralda, Quindío, Antioquia, Santander, Norte de Santander, Córdoba, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Arauca, Casanare, Guainía, Vichada y Guajira, principalmente, son espacios geográficos donde los cambios en el uso del suelo y la relación con las actividades económicas establecen la dinámica de dispersión de las especies y las posibles invasiones, sin desconocer, también, las características propias de la fauna exótica para distribuirse y establecerse en el ambiente.
Mapas e infografías cortesía del Instituto Humboldt, 2017.