Proyecto de Inclusión para Personas Sordas

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Desde el año 2013, un grupo de jóvenes de Rionegro y otros municipios del Oriente vienen desarrollando un Proyecto de Inclusión para Personas Sordas, el cual, según Sebastián García Muñoz, uno de sus líderes, se comenzó a realizar cuando identificaron de una serie de dificultades que afronta la comunidad con dicha discapacidad.

SEBASTIÁN GARCÍA MUÑOZ-LÍDER DEL PROYECTO

“Un amigo fue quien, en primer momento, hizo contacto con estas personas, porque, desde Medellín, había una chica que, inclusive, perteneció al Concejo Municipal de Juventud allá y estaba abogando por unos derechos de ellos, entonces mi amigo, de aquí de Rionegro, comenzó a ver las dificultades que se presentaban en Medellín y, cuando llegó a tener contacto con personas sordas de Rionegro, vio que eran dificultades muy similares”, cuenta Sebastián García.

Dichas dificultades se fundamentan, principalmente, en las posibilidades de estudio, trabajo y en el “no ser escuchados”, por lo cual, el grupo de jóvenes comenzó a crear iniciativas que les permitieran acercarse a dicha población y, de alguna manera, ayudarla. Así, el grupo aprendió la lengua de señas colombiana para lograr entablar una comunicación y, de este modo, conocer sus necesidades y poder gestionar ayudas para ellos.

“Desde el 2013 lo que hicimos fue comenzar a acercarnos para que ellos nos contaran sus problemáticas y empezar a sensibilizar a los oyentes, que somos nosotros -que nos podemos escuchar-, sobre todas las dificultades que ellos sufren a diario, tanto en la familia, para conseguir un trabajo, para entrar a estudiar, a nivel cultural… son personas discriminadas y, durante estos cinco años hemos estado generando iniciativas” comenta.

Al inicio

Cuando el proyecto comenzó se contaba con un grupo de jóvenes sordos entre los 20 y 35 años, con ellos, según el Líder, manejaban una relación de amistad, la cual les permitió tener un acercamiento mayor y ganarse su confianza. Además, dice que la comunidad ha sido muy escéptica al momento de recibir ayudas, puesto que, desde el ámbito político, los han manipulado y ofrecido apoyos que, a la hora de la verdad, no han obtenido.

Pese a que el proyecto lleva cinco años, este no ha logrado tener un crecimiento favorable, muchas veces, según García, porque estas personas no confían en la seriedad del grupo, además de la dificultad que presentan para expresarse y salir al mundo, lo cual no permite que se tenga un registro claro acerca de qué cantidad de comunidad sorda hay en la región. “Debido a todos esos factores del escepticismo, de la incredulidad, no se acercan ni permiten que se les pueda ayudar lo suficiente” expresa.

Hoy por hoy, el grupo está conformado por personas entre los 30 y 60, una población que no ha tenido un acompañamiento mayor por parte de la sociedad y autoridades gubernamentales, lo cual, afirma el Líder, hace mucho más difícil su proceso de alfabetización, no obstante, estos adultos se convirtieron, por el momento, en el foco de atención del proyectos, pero trabajando desde unas dinámicas diferentes, más enfocadas en ámbito laboral y educativo, lo cual les proporcionaría un oportunidad mayor a la hora de aplicar a un cargo, aspecto que se ha convertido en una necesidad para ellos.

Ayudas y apoyos

Desde el Proyecto de Inclusión para Personas Sordas, cuenta Sebastián García, han buscado cómo acceder a beneficios por parte del Estado y de la Administración Municipal, tanto desde el ámbito educativo como laboral, no solo desde las convocatorias gubernamentales, sino, además, de otros entes privados que tengan convenio con el sector público.

Hoy por hoy, se encuentran liderando una iniciativa que apunta al emprendimiento de estas personas, la cual surgió como una idea de la empresa rionegrera Comerant, dedicada a la repostería, y, como parte del enfoque y responsabilidad social, quiso vincularse, bridando ayuda y apoyo de esta población. Según García, “se tiene planeado que nosotros les brindemos la formación sobre mercadeo, ventas, y luego, que puedan empezar a trabajar con la empresa para que ellos ya empiecen a generar un ingreso, al menos como una fuente de empleo”.

Actualmente, el grupo que conforma el proyecto se encuentra recibiendo clases de emprendimiento, con estas se pretende que tengan buenas bases para la ejecución de la iniciativa de la empresa Comerant. Asimismo, han recibido inducciones frente al tema del proceso productivo y acerca de cómo formalizar una idea de negocio.

Oyentes más sensibles

Uno de los pilares del Proyecto de Inclusión es el sensibilizar a la población oyente para que entienda y tenga en cuenta a la comunidad sorda y que, aunque deba enfrentarse a diversas situaciones que son más demandantes, son personas comunes y corrientes, “ellos sienten igual que nosotros, ellos se ponen de malgenio o están muy alegres, ellos tienen novia, ellos están entre amigos, se reúnen, comparten… como cualquiera de nosotros, solamente que no pueden escuchar”, expresa el Líder.

Por lo cual, dice García, “la idea es que más personas se sumen a la causa”, tanto de la comunidad oyente como la población sorda. Además, en la medida en que más personas con dicha discapacidad auditiva se vinculen al proyecto, se podrá tener una caracterización más amplia frente a cuántas personas con esta característica se encuentran en el municipio y en la región, aspecto que, asegura, tiene una gran falencia, puesto que, “según el último Censo de 2005, en Rionegro habían 847 personas sordas, de esas, 353 estaban caracterizadas, hoy en día, nosotros preguntamos y no se tiene un registro de cuántas personas sordas hay”.

De acuerdo con lo anterior, los Líderes del Proyecto de Inclusión buscan que toda la comunidad se vincule y proporcione información acerca de cuántas personas sordas hay en la región, así como también para que quien se entere de la iniciativa la dé a conocer, lo cual ayudaría para que el grupo crezca paulatinamente.

Menos discriminación

Claudia Zapata, participante del Proyecto de Inclusión, invita a las personas en general para que no tengan miedo y se acerquen a estas personas, pues, asegura que es interesante hacer parte de su vida y “esperan que, de la misma manera en que ellos no acogen a nosotros, nosotros como oyentes podamos acogerlos a ellos, normal, como persona común y corrientes, como nosotros”.

Por su parte, Sebastián García extiende la invitación para que “las personas seamos conscientes de que podemos ayudar fácilmente a toda esta comunidad. Algo tan simple como saludar y no discriminar a una persona sorda cuando llegue o mostrarle un poco de interés, si bien ofreciéndonos un producto, que no terminemos discriminándolas, haciéndolas a un lado, sino demostrarles que es un ser humano como nosotros, eso es lo mínimo que uno debería hacer por respeto a una persona más”.

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