El Retiro, 200 años de historia y tradición. Así nació El Retiro

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En esa reunión respetuosa y cordial, el presbítero, Lucio de Villa, dictó  el siguiente decreto: “erigimos provisionalmente en parroquia la capilla pajiza que en la actualidad sirve al culto divino, entre tanto edifiquen los vecinos otra iglesia con la decencia y la capacidad necesaria”. Este decreto le dio vida institucional a El Guarzo, que más tarde cambiaría su nombre por el de El Retiro.

En ese momento estábamos en plena guerra de independencia contra España y la autoridad civil de Antioquia, la ejercía Dionisio Texada, el último gobernante antioqueño de la Primera República y la  creación de estos distritos parroquiales era asimilada como municipio por los patriotas antioqueños que habían declarado su independencia hacía 14 meses, el 11 de agosto de 1813.

Este grupo de campesinos, con vocación ganadera, agrícola y minera, estaba conformado por los señores Juan José Mejía, primero en edificar su casa en este paraje cuyo terreno frontal regaló para plaza, capilla y casa cural. Don Nicolás Mejía, quien el 13 de noviembre de 1814, obtuvo el permiso para levantar una capilla dedicada a la Virgen del Rosario; don Antonio Mejía y su hermano, don Francisco Mejía; don Agustín Montoya y su hermano, don Cristóbal Montoya; don Felipe Montoya, don José Antonio Botero, don Gregorio Uribe, don Matías Vallejo, don Cornelio Jaramillo, don Juan José Henao y don José Nicolás Arcila, famosos por haber descubierto los salados, conocidos como “Montoyón”, hoy vereda Los Salados.

A pesar del crecimiento y las transformaciones inevitables de este territorio el Retiro se quiere seguir conservando como un municipio pequeño y típico, valorando las tradiciones antioqueñas que por cerca de 200 años han formado su identidad.

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Un parque principal con mañanas de mercado campesino que cobra protagonismo, allí se respira campo en lo urbano y entre toldos, comerciantes y clientes, se conserva esta tradición que por años ha hecho de El Retiro una población  orgullosa de sus campesinos. Alrededor sus balcones coloniales imponentes  guardan un mundo lleno de historia, de personajes y vivencias; una infraestructura de que ha visto crecer múltiples generaciones y que aún se conserva con recelo, como un patrimonio que siempre tendrá su lugar en el corazón de los que vivieron, de los que ahora lo disfrutan y de las generaciones que llegarán  a continuar el legado de su historia, una historia escrita desde 1814.

En octubre, los guarceños celebrarán el Bicentenario de El Retiro; por esto durante todo este año la Administración Municipal ha ejecutado importantes obras en la zona urbana y rural y se ha venido preparando para que junto con la población se conmemore este momento tan importante para su historia.

Vale la pena quedarse y ver las actividades que se proponen como el Sainete Musical del Oriente, un espacio creado para que oriundos y visitantes disfruten de una tarde de domingo llena de alegría, con música y con personajes que con una obra diferente llena de humor,  en cada presentación comparten con todos un poco de esa identidad.

Así mismo eventos como La Retreta el primer sábado de cada mes, es un evento tradicional que ha convocado a artistas locales y de la región en una noche abierta para la cultura, pero antes no está nada mal disfrutar uno de esos suculentos platos que ofrece la gastronomía guarceña en su corredor vial y zona urbana y darse cuenta por qué El Retiro es la Puerta Gastronómica de Oriente.

Mientras tanto la comunidad guarceña se sigue preparando para celebrar con todo el entusiasmo y sentido de pertenencia la celebración de los 200 años de su municipio, tiempo de grandes transformaciones físicas, políticas, religiosas y sociales que han construido la identidad local. En octubre de este año será la magna celebración que ofrecerá espacios culturales, educativos y artísticos, enmarcados en todo el componente histórico de la población. A través de diferentes medios de comunicación como prensa, radio y televisión se ha suministrado un material que busca recuperar el patrimonio del bicentenario, para que los guarceños, como son llamados los habitantes de El Retiro, por su ancestral explotación de cuarzo, conozcan toda su historia y se apropien de ella.

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