Por el derecho al AGUA, de quienes no han nacido y de quienes habitamos la tierra, la Gobernación de Antioquia abandera una clara apuesta por la preservación de territorios para el cuidado del patrimonio hídrico.
Desde 1993, los municipios y las administraciones departamentales están obligados a destinar como mínimo el 1% del presupuesto anual para la compra de predios donde se encuentran nacimientos de agua o que son ambientalmente importantes para el cuidado de fuentes hídricas que surten los acueductos municipales.
Con Antioquia la más educada este porcentaje se convierte en realidad por primera vez en el país. Basta pensar en el agua que bebemos o en los alimentos que consumimos para entender esta decisión política como una oportunidad, no solo de ser legales sino también de afianzar el sentido de lo público: lo que es de todos y para todos.
Por esta razón, en el municipio de Concepción se adquirió en el 2014 el predio Cerro Bravo; allí, un total de 16 hectáreas serán protegidas como parte de este programa. Este esfuerzo se hizo en cofinanciación entre la administración municipal y el departamento y de su cuidado depende en gran medida el abastecimiento del acueducto municipal del cual se beneficia una población aproximada de 1717 habitantes.
En medio de este proceso es fundamental apostarle a una conciencia de lo público para comprender la importancia de la adquisición del predio del cual depende el agua de todos. La estrategia, entonces, implementada por la Secretaría del Medio Ambiente en asocio con el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia ha sido convertir la valla de cada predio en un graffiti que además de ser una construcción colectiva pretende movilizar a los jóvenes en torno a la protección del agua y en busca de que se apropien de los espacios públicos.
El predio Cerro bravo no fue la excepción, por eso en el 2014, “Colores por el agua”, como se ha denominado esta actividad, arribó al municipio de Concepción para instar a la conservación de este territorio para el presente y futuro del agua y propiciar que a través de la comunicación y las expresiones artísticas, los jóvenes y demás participantes puedan incidir en la toma de decisiones concernientes con el cuidado del agua y de la vida.