El convenio que beneficia a 359 familias campesinas ayudará a conservar mil hectáreas de bosque seco en seis departamentos de Colombia. La iniciativa se convierte en una alternativa para los campesinos en un escenario de posacuerdo.
Por Natalia Borrero / natalia.borrero@undp.org / Oficina de Comunicaciones PNUD
Con la presencia del viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Pablo Vieira Samper; el director de País del PNUD, Arnaud Peral; y el director Cornare y creador de la estrategia BanCO2, Carlos Mario Zuluaga, se oficializó este lunes la alianza entre el PNUD y BanCO2; un convenio que protegerá mil hectáreas de bosque seco tropical y a su vez ayudará a mejorar la calidad de vida de 359 familias campesinas en seis departamentos del país.
La iniciativa busca implementar la estrategia de pago por servicios ambientales que promueve BanCO2 a través de su plataforma www.banco2.com en los bosques secos tropicales de Colombia, no solo para conservar este ecosistema amenazado, sino también para mejorar la calidad de vida de 359 familias campesinas. Para el PNUD, esta alianza se constituye en una estrategia social y ambiental para la conservación del bosque seco, donde las alianzas con empresas y sectores privados, públicos y personas naturales, aportan al beneficio ambiental y al desarrollo humano sostenible, así como a la equidad y al reconocimiento por esta conservación.
“En el PNUD estamos convencidos que para lograr un desarrollo y una paz sostenible hay que cerrar brechas y esto comienza dándole mejores oportunidades a quienes están en zonas rurales. Una de nuestras metas es recaudar anualmente 2 mil millones de pesos para hacer pagos mensuales a estas 359 familias que conservarán los bosques secos. Este pago por conservar, contribuye en el alivio a sus necesidades”, afirmó Arnaud Peral, director del PNUD en Colombia.
Pablo Vieira Samper, viceministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, considera que con esta alianza se hace frente al reto de recuperar y conservar ecosistemas estratégicos, y se trabaja en línea por el desarrollo humano. Vieira instó al sector privado para que se comprometa aún más con la estrategia BanCO2. “Conservar paga, y en este momento crucial para el país es fundamental que se den las herramientas para que las personas puedan convivir con el medio ambiente sin degradarlo”, destacó durante su intervención en el lanzamiento de la alianza.
Una razón de peso
Los bosques secos fueron los elegidos para la implementación de esta alianza, puesto que son uno de los ecosistemas que han despertado el interés del Gobierno Nacional y de diferentes organizaciones por su importancia en la generación de servicios ecosistémicos, que soportan polos de desarrollo de actividades vitales para la población, y también por su estado actual de amenaza y degradación.
Según estudios hechos alrededor de los años 80, los bosques secos tropicales cubrían cerca de 9 millones de hectáreas a lo largo del país. De estas, en la actualidad, solo quedan menos de 720 mil hectáreas. Esto lo convierte en uno de los ecosistemas más amenazados en Colombia.
El desconocimiento de su biodiversidad y los servicios que prestan para el bienestar de las poblaciones, la sobre explotación de sus recursos naturales, los incendios forestales y el esquema de planificación donde se siguen presentando conflictos en el uso y vocación del suelo, son algunas de las causas que tienen en jaque a estos ecosistemas.
El 65% de sus tierras han sido deforestadas y ahora presentan desertificación. Tan sólo el 5% de lo que queda, es decir el 0.4% (cerca de 36 mil hectáreas), está presente en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).
Jimena Puyana Eraso, oficial del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD, resaltó la importancia del trabajo que está haciendo el Programa junto con otros aliados públicos y privados desde el proyecto Uso sostenible y conservación de la biodiversidad en ecosistemas secos. “Llevamos casi un año trabajando en reducir la tendencia actual de procesos de deforestación y desertificación de bosques secos, y asegurando así el flujo de servicios ecosistémicos globales mediante la conservación de la biodiversidad, el manejo sostenible del suelo y manejo sostenible del bosque. Todo esto de la mano de las comunidades campesinas que por generaciones han estado en permanente contacto con dichos ecosistemas”, agregó.