La plaza de mercado Antonio María Carmona, de Rionegro, fue entregada a sus usuarios el 1 de diciembre de 1969, habiendo invertido en ella 920.000 pesos, según reza en el Acuerdo Municipal 021, el cual reglamenta el funcionamiento de la plaza. Dicho establecimiento fue construido en el predio que el señor Carmona donó para que la Administración de la época les brindara a cientos de comerciantes, que para ese momento tenían sus negocios en el parque principal, un espacio más cómodo y seguro para ofertar sus productos.
Durante casi 49 años, tiempo que lleva La Galería -como es conocida por la comunidad- han sido muchas las personas que han pasado por ella, bien sea como comerciantes o como compradores, siendo este uno de los sitios del municipio con mayor actividad económica y social. De esta manera, en la Plaza de Mercado, se han establecido ciertas dinámicas y comportamientos que se acomodan a los cambios propuestos por sus mismos usuarios y a las Administraciones de cada época.
Durante el 2018, el Gobierno Municipal, ha propuesto una serie de cambios en la Plaza de Mercado que, según él mismo, apuntan a reorganizar dicho espacio y a aprovechar cada una de sus zonas, lo cual, ante los ojos de muchos usuarios, se está convirtiendo en un atropello, puesto que no entienden por qué, después de tantos años, se están efectuando cambios tan radicales y sin contar con el aval de los comerciantes.
El conflicto entre las partes
El señor Jesús Alberto Duque, representante legal de la Plaza de Mercado y quien, además, lleva 20 años en el sitio, afirma que los comerciantes se han sentido agraviados por la Administración Municipal, puesto que, según él, les están negando el derecho al trabajo al despojar a los usuarios de sus puestos. Cuenta que, desde el 2016, él, en cabeza de los comerciantes La Galería, inició un proceso legal donde se queja por los procedimientos que viene realizando el Gobierno del municipio en dicho lugar, sin embargo, asegura que no ha recibido respuestas positivas por parte de ninguna de las instancias legales y disciplinarias a las que ha acudido.
Asimismo, dice que fue el Concejo Municipal quien le otorgó facultades al Alcalde para crear un nuevo decreto que reglamentara la Plaza, pero que esto fue hecho sin contar con los usuarios y sin debates o exposiciones que permitieran que los comerciantes opinaran frente al tema. Según Duque, las personas de la plaza han sido pasivas y desconocen la norma, por lo cual, asegura, “la confianza la tienen depositada en mí”.
Asegura que se siente decepcionado con el actual mandatario, puesto que, durante la campaña, se comprometió con que a la Plaza de Mercado “no la privatizaba, que no les iba a quitar los puestos a los de arriba y que antes iba a ver cómo generaba un desarrollo y una armonía mejor en la Plaza de Mercado, lo cual está haciendo todo lo contrario”, expresa el Representante Legal de la Plaza.
La Galería cuenta con 788 usuarios, según los recibos que se pagan; sin embargo, muchos de los comerciantes no participan de las reuniones a las que convoca Jesús Alberto para tratar el tema de las intervenciones que se están haciendo en el lugar, aspecto que rechaza Duque, puesto que, dicho espacio, ha sido construido entre todos, “nosotros vinimos y fuimos haciendo ahí todo, ahí solamente entregaron una plaza techada, plantamos unas mejoras, plantamos un trabajo, plantamos varios puestos de trabajo, se sostuvo la seguridad alimentaria al municipio, se hizo un trabajo durante muchos años, a lo cual nosotros estamos reacios a que se nos pierdan y que no se nos vayan a reconocer esos derechos del trabajo que se hizo aquí” sostiene.
En cuanto a los puestos, no ve motivo por el cual se les deban quitar a sus actuales ocupantes, pues, según él, en anteriores mandatos no les impidieron crecer, por lo tanto, los culpa por no haber puesto la norma desde el principio. “Es un error de las Administraciones anteriores, si ellos no querían que usted ni yo tuviéramos más de uno, ¿para qué ellos fueron permisivos en eso?”, se pregunta el comerciante.
Desde la Personería
Según Carlos Andrés García, quien, hasta hace poco era el Personero de Rionegro y tenía as su cargo este tema, el 90% de los aprovechamientos del espacio público al interior de la Plaza de Mercado hoy no cuentan con una autorización legal vigente, por lo cual, aprovechando esto, muchos de esos espacios fueron subarrendados a otras personas e, incluso, enajenados y cedidos. “Hoy los cursos de esos aprovechamientos no están en quienes inicialmente la Administración Municipal autorizó para que los aprovechara, incluso, se tiene conocimiento de que hay personas que tienen arrendados hasta siete puestos, obteniendo unos cánones de arrendamiento bastantes altos” plantea.
Lo anterior, asegura el exfuncionario, va en contravía del reglamento de la Plaza de Mercado, además de no ser justo con quienes realmente necesitan el espacio para hacer uso primario del mismo. Por lo cual, dice que la intervención del municipio para reorganizar dicho establecimiento es necesaria, pues lo justo es que los que estén usando el puesto sean los que cuenten con la autorización por parte de la Administración y no continúen pagando un arriendo a terceros.
Asegura que durante la reorganización se les está dando prioridad a las madres cabeza de familia y a los adultos mayores, pues estas personas se encuentran pagando arriendos desde hace años, lo cual no es legal. “Es a ellos a los que hay que darles la autorización para que usen ese espacio y usen ese puesto dentro de la Plaza de Mercado”, dice García.
En cuanto a la entrega de los puestos, dice que es necesario que los usuarios entreguen estos lugares para poder reorganizarlos y conceder a cada comerciante los aprovechamientos de los mismos. Resalta que a las personas que han permanecido por años en la Plaza, se les respetará su condición de comerciantes y serán priorizados para que se les otorgue, solo a ellos, el uso de dicho espacio.
Una de las quejas de la comunidad es que se le está solicitando documentación que desconocen, pues en ninguna de las anteriores Administraciones se les había requerido. De acuerdo con lo anterior, el Expersonero invita a quien tenga dudas para que se acerque a la Subsecretaría de Convivencia Ciudadana y Espacio Público para que allí despejen sus inquietudes frente a las acciones que se están realizando en la Plaza. Además, asegura que le pidió reiterativamente a la Administración Municipal, que realizara socializaciones con la comunidad y diera un espacio para que esta pudiera participar.
“La Administración lo que sí tiene que hacer es socializar e informar de manera adecuada; tener un canal de comunicación en donde se le dé tranquilidad a la gente, realmente, qué es lo que se va a hacer. Desde luego que, para poder reorganizar, las personas tienen que restituir el espacio, pero habrá que darles la claridad, a cada comerciante en específico, de acuerdo a su condición particular”, sostiene Carlos Andrés García.
La voz de los comerciantes
Luis Gallego Betancur llegó a la plaza desde su primer mercado, hace 49 años, desde ese momento tiene una tienda de abarrotes. Cuenta que con su trabajo logró levantar a su familia, la cual está compuesta por 14 hijos. Antes de ocupar el puesto que hoy tiene, trabajaba en el parque vendiendo panela a 20 centavos.
Recuerda que los primeros días en la Plaza fueron muy buenos, puesto que no existía competencia y se tenían buenas ventas. En cuanto al espacio, rememora que eran calles empatanadas y que los únicos negocios que existían en los alrededores eran Pepe Tiendas y Consumo. “En ese tiempo esto era de cemento; las basuras por todos los pasillos, porque la gente no tenía conciencia y tiraba la basura ahí, y lo único que ha mejorado ha sido, de pronto, los pisos, aquí no se ha visto nada, las tejas fueron recién puestas en la Administración de Hernán, porque él las puso… no ha habido mucho cambio” dice.
Sin embargo, sostiene que los mercados no son los mismos, pues ha disminuido considerablemente y, según él, se debe a la cantidad de competencia que hoy existe. Asegura que, si hoy permanece en el puesto es para entretenerse, pues ya no tiene tan buenas ventas y recuerda que “primero aquí sudaba, un sábado, imagínese eso cerca de 50 años”.
Javier Quintero es carnicero, llegó a La Galería hace 40 años, lugar donde, según él, se sufre y se llora, pero que no abandona.
Dice que con lo que ha ganado en la Plaza de Mercado ha lucrado a su familia y le ha dado para su manutención. No obstante, afirma que no han tenido muchas oportunidades y apoyos y que, hoy por hoy, el trabajo está “muy regular”.
En cuanto a los ZER implementados por la Administración, dicen que han contribuido para que las ventas bajen, pues el poco tiempo que dan y los altos costos de los mismo “están espantando a la gente”.
Maria Aurora Suárez de Escobar comenzó trabajando en la zona de restaurantes de la Plaza, hoy administra un almacén de ropa y les dejó a sus hijas el negocio de lo comestibles.
Recuerda que llegaban personas de todo el Oriente Antioqueño a comprar los productos que se vendían en La Galería, por lo cual, el trabajo y las ventas eran buenas y le dieron para el sostenimiento de su familia. “Yo levanté acá a mi familia, levanté a los hijos y levanté los nietos. Cuando eso no había sino esta plaza, no había tantos mercados” dice.
Asegura que la Plaza de Mercado siempre ha sido unida, pues se vive en un ambiente de compañerismo, puesto que, según ella, nunca hay peleas ni problemas.
“Yo quiero mucho a la placita porque esta placita me dio lo que tengo ahora, donde levanté mis hijos y a mis nietos” expresa.
Laureano Gómez Mejía está en la Plaza desde que esta inició, recuerda que las ventas eran buenas y que el lugar siempre estaba poblado. Hoy, asegura que se ha sentido atropellado por la Administración, pues no entiende por qué quieren quitarles los puestos.
“Esto se acabó, esto lo acabó, ese señor le dio la vuelta a eso y entonces el problema de él es que está bregando a sacarnos” expresa.
Laureano de Jesús Castaño comenzó a trabajar en La Galería hace 45 años, tiempo en el que le ha proporcionado los recursos a su familia con una tienda de abarrotes. “Aquí levanté yo mis hijos, aquí estoy con mis nietos” dice.
En cuanto a la infraestructura de la Plaza recuerda que “el entejado era puro eternit y el piso era encementado, entonces ya como después dijeron que iban a embaldosar esto, y sí, se pusieron a embaldosarlo y eso lo salimos pagando nosotros mismos, en el impuesto nos llegó a cada cual el reajuste ahí. Ahí nos sacaron la embaldosada y ahora decía que el arreglo de esta galería, eso iba a quedar era un centro comercial y vea el centro comercial como quedó” relata.
Gabriel Antonio Agudelo Isaza ha trabajado durante 25 años en La Galería y recuerda que antes era “una belleza y no quedó ni por mitad, mejor dicho, esto hace tiempito era una belleza”.
Eugenio Alonso Galeano Naranjo recuerda que antes de que se entregara la Plaza de Mercado, trabajaba en el parque principal, hace 49 años, lugar donde comercializaba con legumbres. Hoy por hoy es un Médico Botánico y Bioenergético, quien cuenta con un consultorio y ha vivido toda la evolución del lugar.
Asegura que todo lo que consiguió en La Galería fue para su familia y para su educación. “Aquí en esta galería eso está muy grave, muy malo, le digo que los abusos que están cometiendo aquí ahora con nosotros, es terrible, imagínese que, según lo que quiere el Alcalde es sacarnos de aquí, que nosotros tenemos que entregar esto por las buenas o por las malas” manifiesta.
Expresa que la implementación de los ZER es necesaria, pero que se debe dar un tiempo prudente en el que las personas puedan hacer sus compras.
Víctor Monsalve Gaviria está desde los inicios de la Plaza y recuerda que, para la época, el espacio era una vega. “Cuando entré yo, en ese tiempo era muy bueno está plaza, había mucho movimiento, se movía mucho y, pues, ahora está muy suave, muy suaves las ventas” afirma.
Dice que gracias a su trabajo pudo educar a sus hijos y sacar a su familia adelante. “Tengo cuatro hijos y a todos les di el estudio, por lo menos bachillerato” cuenta.
